Sus creaciones ha entrado en los buzones, las carreteras, las comisarías y las urnas electorales de toda España. Si el éxito de un diseñador se mide por su capacidad para ser parte de la vida rutinaria de la gente, ningún grafista puede rivalizar con el trabajo de José María Cruz Novillo (Cuenca, mil novecientos treinta y seis), que ha creado los logotipos de empresas y también instituciones como Correos (mil novecientos setenta y siete), Repsol (mil novecientos noventa y seis), la Policía Nacional (mil novecientos ochenta y seis) o bien el Partido Socialista Obrero Español (mil novecientos setenta y siete), los 4 aún en empleo, y que puede ser considerado el diseñador gráfico y su estudio de diseño de España más esencial del último medio siglo.

La editorial londinense Counter Print ha publicado una cuidada antología (Cruz Novillo: Logotipos) que engloba 6 décadas de trabajo y que arranca en pequeño con una marca para el comercio familiar Mercerías El Económico (mil novecientos cincuenta y siete), mas que se extiende en grande con las identidades creadas para empresa multinacionales, instituciones, universidades y medios.

Los orígenes

En mil novecientos cincuenta y ocho, y si bien había llegado a la villa de Madrid para estudiar Derecho, Cruz Novillo ficha como dibujante en la agencia Clarín. Sus primeros proyectos ya supusieron una rotura con el diseño de la temporada. Las cajas de Fósforos del Pirineo, para las que creó decenas y decenas de ilustraciones, son el germen de un estilo geométrico, colorido y lúdico que se ha mantenido desde ese momento. “Un encargo de este modo condiciona tu obra posterior”, explica desde su estudio en la capital española, “porque hacer diseño moderno para una caja de fósforos era ya una provocación conceptual”.Logotipos creados por el diseñador gráfico José María Cruz Novillo en las últimas décadas.

Desde ahí, se suceden proyectos de identidad corporativa, diseño editorial y carteles cinematográficos (El Espíritu de la Colmena, de Víctor Erice y La escopeta nacional, de Berlanga, son lo más conocidos). Se esmera por actualizar el gusto gráfico de la sociedad con cada uno de ellos de sus trabajos, y participa en la fundación de Conjunto trece, una agrupación empeñada en dotar de una perspectiva global al diseño creado en la capital de España. “Lo más esencial que hice como diseñador, con los clientes”, afirma, “fue llevarlos a Londres a que viesen qué hacían mis colegas de aquellos años”.

La relevancia social de Cruz Novillo se dispara con la llegada de la democracia. Las viejas estructuras del Estado precisaban un lavado de cara y las instituciones recién nacidas una cara nueva. De este modo, llegan los cambios de imagen de Correos, Renfe, el Ministerio de Educación o bien la Policía Nacional (el color azul de su uniforme, substituto del cobrizo “madero”, es cosa suya); nacen las 7 estrellas de la Comunidad de la capital de España (“¡Estrellas maoístas!”, afirmaron desde la oposición conservadora); y llega el puño y la rosa al Partido Socialista Obrero Español. “Le tengo un cariño singular desde el momento en que el año pasado una compañía americana lo usara sin permiso para hacer camiseta”, explica Cruz Novillo, “me pareció una anécdota significativa en estos tiempos de forma permanente electorales”.

De la política a la prensa: si nos ajustamos tan solo al campo de los medios, Cruz Novillo ha creado los logotipos del conjunto PRISA, TVE-1, Diario dieciseis, Antena tres de Radio, El Planeta, Cadena Cope, El Economista, Diario de Barna y Revista de los Negocios. Es tal la cantidad y dimensión de los encargos recibidos por su estudio, tan rutinaria nuestra relación con las compañías a las que ha dotado de voz gráfica, que es bastante difícil limitar la repercusión visual de su trabajo en la memoria de los españoles.

Geometría

La sencillez geométrica de sus diseños –resaltada por la reproducción en blanco y negro del libro de Counter Print– oculta un cuidado trabajo de depuración ideal que acompaña la obra de Cruz Novillo, la ironía gráfica, las dobles lecturas. “Lo peor que le puede pasar a un logotipo, a cualquier trabajo”, asevera en su estudio, “es que no tenga significado. Y cada vez utilizo más esa capacidad de crear ideas rompecabezas”.

Una capacidad de ocultar la dificultad en formas fáciles que se supera en el logo creado en mil novecientos noventa y nueve para la exposición Signos del Siglo: cien años de Diseño Gráfico en España: un limpio, apartado, círculo negro sobre fondo blanco. “Quería buscar la síntesis máxima posible”, afirma, “y me pareció lograrla representando el signo como categoría, como valor, en un círculo macizo”. Un círculo que resumía en sí, como su autor, una temporada de diseño en España.