
La ozonoterapia es una forma única de terapia que cura y desintoxica al mismo tiempo.
El ozono es una forma de oxígeno incolora y, a diferencia del O2 normal, está compuesto por tres átomos de oxígeno en lugar de dos. Es la adición del tercer átomo de oxígeno lo que ofrece todos los notables beneficios de la ozonoterapia.
El uso de la ozonoterapia para tratar diversas afecciones médicas se desarrolló por primera vez en Alemania a principios de la década de 1950.
Hoy en día, la ozonoterapia médica es común en Europa y su uso se ha extendido gradualmente por América durante los últimos 25 años.
La ozonoterapia, por sus múltiples propiedades terapéuticas, puede utilizarse como parte complementaria de un plan de tratamiento para casi todas las enfermedades.
Se usa para tratar una variedad de enfermedades crónicas, que incluyen:
- Enfermedades cardiovasculares;
- Diabetes;
- Enfermedad de Lyme;
- Hepatitis crónica;
- Herpes;
- Estados de fatiga crónica;
- Degeneración macular;
- Condiciones crónicas de la vejiga;
- Colitis;
- Enfermedades autoinmunes;
- Enfermedad de Crohn.
- Las inyecciones de ozono también son muy útiles para los discos herniados.
El ozono también se puede utilizar para ayudar a prevenir el envejecimiento y prevenir la mayoría, si no todas, las enfermedades crónicas.
¿Es seguro?
Cualquier cosa, incluidos el agua y el oxígeno, es tóxica si se administra en cantidades que exceden la capacidad del cuerpo para usarla.
El ozono se encuentra naturalmente en el cuerpo. Es producido por glóbulos blancos como parte de la respuesta inmunológica.
El ozono, cuando se usa de acuerdo con las pautas médicas establecidas, tiene un historial de seguridad inigualable.
Propiedades médicas
El ozono tiene propiedades que exponen por qué funciona tan bien no solo para la degeneración macular, sino también para la mayoría de las otras enfermedades crónicas relacionadas con la edad:
El ozono es un poderoso regulador del sistema inmunológico: esto significa que cuando el sistema inmunológico está hiperactivo, el ozono lo calma.
Por el contrario, cuando el sistema inmunológico no es muy activo como en el cáncer, el sida y las infecciones crónicas, el ozono lo estimula.
Esta capacidad única del ozono se debe a su acción sobre las membranas de los glóbulos blancos, lo que hace que produzcan moléculas mensajeras relacionadas con el sistema inmunológico llamadas citocinas.
El ozono mejora la circulación: mejora las características del flujo sanguíneo en forma líquida.
Este efecto permite que más hemoglobina portadora de oxígeno llegue a los capilares donde, en última instancia, las células recibirán más oxígeno del que necesitan.
Muchos pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas tienen problemas de circulación.
El ozono aumenta la protección antioxidante más que cualquier otra terapia, incluida la vitamina C: la mayoría de las personas con enfermedades crónicas tienen defensas antioxidantes débiles.
El ozono es un poderoso estimulante mitocondrial: la causa básica detrás de todas las enfermedades degenerativas, desde la diabetes hasta las enfermedades cardíacas y el cáncer, es la disminución en la producción de energía mitocondrial.
El ozono a menudo puede corregir este problema.
El ozono estimula una mayor absorción de oxígeno al estimular la enzima difosfoglicerato (DPG): DPG permite la liberación de oxígeno de la molécula de hemoglobina para que pueda ser absorbido por la célula.
En ausencia de una cantidad adecuada de DPG, nuestras células mueren de hambre por oxígeno. Este es un problema común en diabéticos o pacientes con enfermedad vascular periférica.
La ozonoterapia solo debe ser utilizada por profesionales completamente capacitados en su uso.
¿Cómo funciona?
La hemoterapia principal es la forma más común de liberación de ozono y, en la mayoría de los casos, la forma más eficaz de liberación de ozono.
El paciente se sienta en una silla y se colocan de 6 a 12 onzas de sangre en una bolsa intravenosa estéril con pequeñas cantidades de heparina.
Se inyecta ozono en el vial y el vial se agita suavemente, permitiendo que los glóbulos rojos y blancos absorban el ozono. Luego, la sangre ozonizada se devuelve al cuerpo.
Todo el procedimiento dura entre 30 y 45 minutos.
- Insuflación rectal: Se introduce una mezcla de O3 y O2 a través del recto. Por lo general, se inflan lentamente 100-200 ml de oxígeno y O3 en el recto. La insuflación rectal se considera un método seguro y de fácil administración de O3.
- Embudo para vaso de precipitados de O3: La ventosa es una forma de aplicación transdérmica de ozono, que utiliza un pequeño vaso de vidrio con un embudo unido para suministrar O3 a áreas específicas de la piel.
- Insuflación nasal: El O3 se administra a través de cánulas nasales durante 20 minutos. Excelente para un rápido estímulo inmunológico, alergias o sinusitis crónica.
- Por el oído: El O3 se administra a través de un estetoscopio durante 5 minutos. Ideal para infecciones de oído.