
Los incrementos se producirán trimestralmente a partir del próximo mes de marzo. El último aumento del 5 por ciento no dependerá del que se otorgue en marzo de 2021. Al considerar la recaudación a acumular, la fórmula contiene implícitamente el efecto de la inflación.
Tras más de seis meses de debate entre representantes de distintos sectores, organizaciones y partidos políticos, junto con expertos en seguridad social, la Comisión Mixta Bicameral aprobó la fórmula de movilidad que sustituirá a la introducida por Cambiemos en 2017.
La fórmula presentada comparte el núcleo con la aplicada entre 2009 y 2017 (Ley 26.417) y permitió que las jubilaciones se incrementaran en casi 26 puntos por encima de la inflación.
El presidente Alberto Fernández decidió modificar el proyecto de ley de movilidad previsional para que los haberes previsionales se actualicen trimestralmente en lugar de semestralmente, como sugería el proyecto original, por lo que habrá cuatro aumentos por año.
Además, a pedido del bloque Frente de Todos, el aumento del 5% no será debido al que se otorgará en marzo de 2021.
Es una modificación que tiene como objetivo mejorar los ingresos de los jubilados y pensionistas.
A diferencia de la fórmula de 2008, que se actualizó semestralmente, la nueva propuesta calcula aumentos trimestrales en marzo, junio, septiembre y diciembre.
Los tres primeros incrementos del año vienen determinados por una ecuación que pondera la variación salarial a partes iguales y elige la mayor variación entre dos índices, RIPTE (Ministerio de Trabajo) e Índice Salarial (Indec) y la otra mitad del incremento se debe a la variación en la recaudación tributaria de la acumulación.
Para calcular el aumento de diciembre, la fórmula se abre en dos ecuaciones. El primero es análogo al cálculo de marzo, junio y septiembre. El segundo viene dado por la variación anual de los recursos totales de ANSES multiplicada por 1.03, que se aplica como techo anual.
A pesar de que la experiencia avala la capacidad de estas variables para mejorar las jubilaciones en términos reales, algunos analistas expresaron rápidamente sus críticas a la fórmula de movilidad propuesta.
A continuación, explicaremos las bases de la fórmula de movilidad propuesta, su función y su vínculo con las distintas variables macroeconómicas.
¿Por qué no conviene incluir la inflación?
Cualquiera que sea la fórmula que tenga la variable más ponderada, la inflación a largo plazo solo puede esforzarse por mantener estable el poder adquisitivo de los activos.
La vinculación entre la Ley 26.417, que actualizaba los sueldos semestralmente, y la promovida por Cambiemos, que se ajustaba trimestralmente, se hizo omitiendo el incremento correspondiente a diciembre de 2017.
Esto consolidó una pérdida de activos previsionales de casi 7 puntos que nunca se recuperarían con una fórmula ligada a la inflación. Así, se implementó un plan de ajuste real para los jubilados, como propuso el FMI en un informe de 2016.
En la práctica, la fórmula de 2017 ni siquiera pudo mantener estable el valor real de los activos: entre 2018 y 2019, las jubilaciones perdieron casi 20 puntos, principalmente porque las políticas adoptadas en los últimos años llevaron a una inflación más rápida y una caída de los salarios reales.
Debido al retraso de tres trimestres con que la fórmula ingirió los datos, las jubilaciones perdieron sistemáticamente poder adquisitivo al ser actualizadas a partir de una inflación anterior menor a la actual, basada en un salario real en deterioro.
El plan de ajuste de jubilaciones finalizó en diciembre de 2019 con activos mínimos en un nivel similar al de 2010/2011.
Agregar a la recaudación para restaurar haberes
El compromiso político del gobierno de Alberto Fernández por reconstruir los ingresos de los jubilados y asegurar la sostenibilidad del sistema se refleja en esta nueva fórmula de movilidad: existe evidencia empírica de que los pensionados y jubilados al incluir la recaudación de impuestos pueden beneficiarse del crecimiento de la economía.
Entre 2009 y 2017, período en el que se aplicó la Ley 26.417, los activos superaron la inflación en seis de esos nueve años, aumentando su poder adquisitivo en un 25,8 por ciento.
Por el contrario, si se hubiera aplicado la fórmula de Cambiemos vinculada a la inflación, los activos habrían perdido el 1% de su poder adquisitivo durante el mismo período. Esto significa que hoy en día habría jubilaciones significativamente más bajas.
Si nos fijamos en la recaudación de impuestos de la Anses, que consiste en más del 60 por ciento de impuestos sobre la deuda y los créditos y casi el 30 por ciento de IVA, la fórmula implícitamente tiene en cuenta el efecto inflacionario.
Cuando la inflación se acelera, la nominalidad de los ingresos fiscales aumenta.
El contexto del que partimos nos permite proyectar que las nuevas fórmulas de movilidad en los próximos años aumentarán por encima de la inflación.
Los niveles de actividad cayeron debido a la pandemia y por ende la recaudación y el mercado laboral durante el primer semestre del año.
En este sentido, la recuperación en la recaudación y la mejora del nivel de empleo y salarios esperada de casi todos los analistas económicos puede ser canalizada por los jubilados.